La protección de la piel del sol se produce por complejas interacciones. En la propia piel, la absorción y dispersión de la luz, puede regularse con el uso de fotoprotectores y también, afectarse por los agentes externos, como las nubes, la atmósfera o las ventanas.
Es cierto que cuando pensamos en protección solar pensamos en las cremas de fotoprotección, en medidas físicas como gorros o sombrillas y en medidas conductuales como la hidratación o ponerse a la sombra.
Junto a estas medidas básicas podemos utilizar complementos alimenticios orales que nos ayudan a proteger la piel. No sustituyen a las anteriores, y aportan una nueva estrategia en fotoprotección.
¿Qué sustancias aportan protección solar cuando las ingerimos?
Múltiples sustancias de uso oral han demostrado aportar protección solar, y la mayoría de ellas han demostrado eficacia en estudios, aunque sean de pequeño tamaño.
Ninguno ha demostrado ser efectivo en la protección solar como agente único.
La mayoría de las sustancias que ofrecen protección solar oral, son antioxidantes y antiinflamatorias, y nos protegen también del estrés oxidativo, del envejecimiento y nos aportan salud.
AGENTES PROTECTORES SOLARES ORALES
- Carotenoides (forma de vitamina A) SE PUEDE CONSEGUIR EN EL CONSUMO DE PAPAYA, CALABAZA, ZANAHORIA, ENTRE OTROS
- Polypodium leucotomos
- Alfamelatonida
- Retinoides (vitamina A y derivados)
- Vitamina C (ácido ascórbico)
- Vitamina E (tocoferol y derivados)
- Polifenoles del té
- Silymarin (polifenol del cardo mariano)
- Extractos de algas
- Isoflavonas de la soja
- Senna alata ( planta de América Central)
- Fitomelanina
- Selenio
- Nicotinamida (vitamina b3)
- Vitamina D
- Resveratrol
Carotenos o carotenoides
Es una forma de la vitamina A que engloba varios activos: beta-carotenos, licopeno, luteína y xantofilinas. Están presentes en las frutas y verduras de color amarillo, naranja o rojo.
La suplementación a largo plazo con carotenos o dietas ricas en carotenos protegen frente al eritema inducido por la radiación ultravioleta, es decir del daño solar agudo o las quemaduras solares. No han demostrado sin embargo proteger frente al cáncer de piel
Polypodium leucotomos
Es un extracto natural de la hoja de un helecho con propiedades anti-inflamatorias y antioxidantes. Las dosis recomendadas son de 480 a 1200 miligramos diarios.
Se tolera bastante bien y no tiene efectos secundarios destacables a largo plazo.
Su suplementación disminuye la aparición de erupción solar polimorfa, el eritema o la quemadura solar aguda y el daño solar producido por el ultravioleta vía estrés oxidativo (ROS) y en el DNA de las células.
Polifenoles
Son una familia de extractos presentes naturalmente en numerosas plantas, legumbres, el vino tinto, té verde o el cardo mariano. Los polifenoles tienen actividad antioxidante y antiinflamatoria y han demostrado proteger frente a la fotocarcinogénesis, que es la inducción de cánceres por la radiación ultravioleta.
El consumo de chocolate rico en flavonoides es capaz de aportar también protección frente al sol.
Nicotinamida
Es un derivado de la vitamina B3 que ha sido utilizado para tratar múltiples dermatosis. La Nicotinamida favorece la reparación del daño causado por el ultravioleta en el DNA de las células.
– Antiinflamatorios no esteroideos e inhibidores de la ciclooxigenasa-2 (Cox-2)
Los antiinflamatorios no esteroideos como la aspirina o la indometacina o los inhibidores de la Cox-2, como el Celecoxib, una versión de los anteriores, han demostrado disminuir el riesgo de cáncer de piel inducido por el sol.
En un amplio estudio realizado en Australia sobre 1600 personas, se encontró que los que tomaban regularmente antiinflamatorios tenían menor incidencia de queratosis actínicas y de cáncer de piel no melanoma:
Tómese esto con precaución, ya que la toma diaria de antiiflamatorios tiene efectos adversos, se trata de un hallazgo en pacientes que los toman por otras causas.
Otros
Los retinoides, una familia de medicamentos derivados de la vitamina A (acitretino, isotretinoina), han demostrado ser útiles como para prevenir la carcinogénesis en pacientes de alto riesgo de cáncer de piel.
La vitamina C a dosis altas, de dos a tres gramos al día, tiene efecto protector del sol.
La vitamina E o tocoferol es un atioxidante clásico en su uso tópico, aunque su suplementación oral a dosis elevadas aún no ha demostrado prevenir el daño solar es presumible su implicación.
CUADRO RESUMEN
- Múltiples sustancias han demostrado añadir protección solar cuando se ingieren, sin embargo, no sustituyen al uso de fotoprotector o a las medidas físicas.
- Los carotenos o carotenides son los más clásicos, presentes en las frutas y verduras de color amarillo, naranja a rojo, y capaces de proteger frente a las quemaduras solares.
- El Polypodium Leucotomos es un extracto de un helecho con capacidad antioxidante y protectora del daño solar.
- Los polifenoles presentes en las verduras fundamentalmente son capaces de prevenir el cáncer de piel.
- La Nicotinamida es un derivado de la vitamina B3 que previene el daño del DNA de las células causado por el sol.
- Los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) y los inhibidores de la Cox-2 han demostrado tener acción protectora de la carcinogénesis inducida por el sol.