¿Por qué perdemos volumen en el rostro y que alternativas dermatologícas recomiendas?
El volumen facial contribuye a que la piel se vea jovial y descansada. Con el proceso de envejecimiento, perdemos algunas estructuras y esto ocasiona flacidez y pérdida de volumen facial.
La pérdida de volumen en la cara se debe fundamentalmente a tres factores:
- Pérdida de estructura ósea: sobre todo en zonas zonas salientes (por ejemplo en los pómulos, la mandíbula y el mentón)
- Pérdida de grasa: algunas áreas se deprimen o “hunden”
- Pérdida de firmeza: la gravedad favorece la caída
Por otro lado, la producción de colágeno disminuye, lo cual hace que la piel se vea menos elástica y deshidratada.
Este proceso se da en todas las personas de manera natural, sin embargo, factores tales como el tabaco, alcohol en exceso, drogas, mala alimentación, sol excesivo, estrés, contaminación, pueden acelerar y favorecerlo. Además, situaciones de salud tales como enfermedades o cambios muy drásticos en el peso, también pueden contribuir.
Conforme se van perdiendo estas estructuras, la apariencia del rostro pierde jovialidad y se mira cansada. Por fortuna, existen diferentes tratamientos que pueden devolver la estructura y la firmeza a la piel y otros tejidos.
Pueden ser: radiofrecuencia, rellenos faciales (por ejemplo ácido hialurónico), bioestimuladores (por ejemplo hidroxiapatita cálcica, ácido poliláctico, entre otros), hilos tensores, cirugía.
El tratamiento más recomendable será dependiendo de las necesidades de cada rostro. Todos los tratamientos se complementan y van creando una sinergia, logrando los mejores resultados.
