La alopecia androgénica es la forma más frecuente de alopecia en los varones, afectando a más de un 60% de los hombres a lo largo de su vida. La causa es genética y hormonal. Suelen existir antecedentes familiares directos (papá, abuelos), aunque si no hay familiares con la condición, no quiere decir que no pueda aparecer este tipo de alopecia.
En este tipo de alopecia, los folículos pilosos de la zona delantera, superior y la coronilla son más sensibles a la acción de las hormonas masculinas. Estas inducen una “miniaturización de los folículos”, es decir, se van adelgazando, llega un punto en el cual, si no se inicia tratamiento, desaparecen.
Este tipo de alopecia comienza generalmente entre los 20-25 años, aunque, puede aparecer desde edades más tempranas. Existen 7 grados de severidad en la alopecia androgenética, y aunque no todos los hombres van a llegar necesariamente a la última etapa, si no se inicia tratamiento, sí suele haber progresión y empeoramiento. De ahí la importancia de iniciar tratamiento de forma temprana.
Existen muchas formas de tratamiento, desde shampoos y lociones capilares, hasta mesoterapia, plasma rico en plaquetas, entre otros.