Un peeling es una técnica exfoliativa para eliminar capas de piel utilizando productos químicos, a diferencia de los procedimientos exfoliativos mecánicos, que utilizan métodos físicos (microcristales, puntas de diamante), en los peelings se utilizan diferentes combinaciones de ácidos o enzimas para logar este objetivo.
Los peelings pueden variar en intensidad, ya sea que se utilicen acido menos potentes que otros, o que las concentraciones de los mismos sean diferentes, también influye el tiempo en que el acido este en contacto con la piel.
Los peelings de verano, por lo general, utilizan ácidos de baja potencia y en baja concentración, para eliminar de forma segura la capa mas superficial de la piel, este procedimiento tiene un tiempo de recuperación mínimo, y en la mayoría de los casos producen una descamación casi imperceptible de la piel, si es que la llegan a descamar. Al ser un peeling superficial, sus efectos se van a notar en la textura mas superficial de la piel, volviéndola mas tersa, también mejora arrugas muy finas, pero su mayor efecto se ve en la luminosidad de la piel; el peeling de verano no va a tener efecto sobre arrugas profundas, la flacidez, ni sobre las cicatrices de la piel. Por su naturaleza el riesgo de complicaciones es casi inexistente, los mas frecuentes es ligero ardor durante y posterior al procedimiento y escasa descamación que se resuelven en las primeras 48 a 72 horas.